LA DIRECCION ESPIRITUAL CATÓLICA Nuestra Señora de los Dolores
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Letanía de los Siete Dolores de María: |
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LECTURAS DE MISA Miercoles, 1 de Octubre, 2025 Miércoles de la 26a
semana del Tiempo Ordinario
Salmo 137(136),1-2.3.4-5.6.
Evangelio según San Lucas
9,57-62.
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Evangelio del día
Lecturas de hoy |
Santo del Día o Fiesta de la Iglesia 1 de Octubre
Santa Teresa del Niño Jesús, Santa ![]() Virgen y Doctora de la Iglesia Martirologio Romano: Memoria de santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia, que entró aún muy joven en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Lisieux, llegando a ser maestra de santidad en Cristo por su inocencia y simplicidad. Enseñó el camino de la perfección cristiana por medio de la infancia espiritual, demostrando una mística solicitud en bien de las almas y del incremento de la Iglesia, y terminó su vida a los veinticinco años de edad, el día treinta de septiembre († 1897) Fecha de canonización: 17 de mayo de 1925, por el Papa Pío XI Breve Biografía Santa Teresita del Niño Jesús o de Lisieux. Sencillez y perfección en las cosas pequeñas, la Iglesia le dedica este día para que la conozcamos y tratemos de imitar sus virtudes de delicadeza y pefección en las cosas pequeñas. Hay dos santas con el mismo nombre: Santa Teresita del Niño Jesús o de Lisieux y Santa Teresa de Ávila (15 de Octubre). Ambas fueron monjas carmelitas, nos dejaron una autobiografía y son santas doctoras de la Iglesia. María Francisca Teresa (Santa Teresita del Niño Jesús o de Lisieux) nació el 2 de Enero de 1873 en Francia. Hija de un relojero y una costurera de Alençon. Tuvo una infancia feliz y ordinaria, llena de buenos ejemplos. Teresita era viva e impresionable, pero no particularmente devota. En 1877, cuando Teresita tenía cuatro años, murió su madre. Su padre vendió su relojería y se fue a vivir a Lisieux donde sus hijas estarían bajo el ciudado de su tía, la Sra. Guerin, que era una mujer excelente. Santa Teresita era la preferida de su padre. Sus hermanas eran María, Paulina y Celina. La que dirigía la casa era María y Paulina que era la mayor se encargaba de la educación religiosa de sus hermanas. Les leía mucho en el invierno. Cuando Teresita tenía 9 años, Paulina ingresó al convento de las carmelitas. Desde entonces, Teresita se sintió inclinada a seguirla por ese camino. Era una niña afable y sensible y la religión ocupaba una parte muy importante de su vida. Cuando Teresita tenía catorce años, su hermana María se fue al convento de las carmelitas igual que Paulina. La Navidad de ese año, tuvo la expeirencia que ella llamó su “conversión”. Dice ella que apenas a una hora de nacido el Niño Jesús, inundó la oscuridad de su alma con ríos de luz. Decía que Dios se había hecho débil y pequeño por amor a ella para hacerla fuerte y valiente. Al año siguiente, Teresita le pidió permiso a su padre para entrar al convento de las carmelitas y él dijo que sí. Las monjas del convento y el obispo de Bayeux opinaron que era muy joven y que debía esperar. Algunos meses más tarde fueron a Roma en una peregrinación por el jubileo sacerdotal del Papa León XIII. Al arrodillarse frenta al Papa para recibir su bendición, rompió el silencio y le pidió si podía entrar en el convento a los quince años. El Papa quedó impresionado por su aspecto y modales y le dijo que si era la voluntad de Dios así sería Teresita rezó mucho en todos los santuarios de la peregrinación y con el apoyo del Papa, logró entrar en el Carmelo en Abril de 1888. Al entrar al convento, la maestra de novicias dijo; “ Desde su entrada en la orden, su porte tenía una dignidad poco común de su edad, que sorprendió a todas las religiosas.” Profesó como religiosa el 8 de Septiembre de 1890. Su deseo era llegar a la cumbre del monte del amor. Teresita cumplió con las reglas y deberes de los carmelitas. Oraba con un inmenso fervor por los sacerdotes y los misioneros. Debido a esto, fue nombrada después de su muerte, con el título de patrona de las misiones, aunque nunca habia salido de su convento. Se sometió a todas las austeridades de la orden, menos al ayuno, ya que era delicada de salud y sus superiores se lo impidieron. Entre las penitencias corporales, la más dura para ella era el frío del invierno en el convento. Pero ella decía “Quería Jesús concederme el martirio del corazón o el martirio de la carne; preferiría que me concediera ambos.” Y un día pudo exclamar “He llegado a un punto en el que me es imposible sufrir, porque todo sufrimiento es dulce.” En 1893, a los veinte años, la hermana Teresa fue nombrada asistente de la maestra de novicias. Prácticamente ella era la maestra de novicias, aunque no tuviera el título. Con respecto a esta labor, decía ella que hacer el bien sin la ayuda de Dios era tan imposible como hacer que el sol brille a media noche. Su padre enfermó perdiendo el uso de la razón a causa de dos ataques de parálisis. Celina, su hermana, se encargó de cuidarlo. Fueron unos año difíciles para las hijas. Al morir el padre, Celina ingresó al convento con sus hermanas. En este mismo año, Teresita se enfermó de tuberculosis. Quería ir a una misión en Indochina pero su salud no se lo permitió. Sufrió mucho los últimos 18 meses de su vida. Fue un período de sufrimiento corporal y de pruebas espirituales. En junio de 1897 fue trasladada a la enfermería del convento de la que no volvió a salir. A partir de agosto ya no podía recibir la Comunión debido a su enfermedad y murió el 30 de Septiembre de ese año. Fue beatificada en 1923 y canonizada en 1925. Se le presenta como una monja carmelita con un crucifijo y rosas en los brazos. Ella decía que después de su muerte derramaría una lluvia de rosas. El culto a esta santa comenzó a crecer con rapidez. Los milagros hechos gracias a su intercesión atrajeron a atención de los cristianos del mundo entero. Escribió el libro “Historia de un alma” que es una autobiografía. Escribe frases preciosas como éstas en ese libro: “Para mí, orar consiste en elevar el corazón, en levantar los ojos al cielo, en manifestar mi graitud y mi amor lo mismo en el gozo que en la prueba.”; “Te ruego que poses tus divinos ojos sobre un gran número de almas pequeñas.” Teresita se contaba a sí misma entre las almas pequeñas, decía “Yo soy un alma minúscula, que sólo puede ofrecer pequeñeces a nuestro Señor.” ¿Qué nos enseña Santa Teresita? Nos enseña un camino para llegar a Dios: la sencillez de alma. Hacer por amor a Dios nuestras labores de todos los días. Tener detalles de amor con los que nos rodean. Esta es la “grandeza” de Santa Teresita. Decía: “Quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra.”El secreto es reconocer nuestra pequeñez ante Dios, nuestro Padre. Tener una actitud de niño al amar a Dios, es decir, amarlo con simplicidad, con confianza absoltua, con humildad sirvendo a los demás. Esto es a lo que ella llama su “caminito”. Es el camino de la infancia espiritual, un camino de confianza y entrega absoluta a Dios. Nos enseña a servir a los demás con amor y perfección viendo en ellos a Jesús. Toda su vida fue de servicio a los demás. Ser mejores cada día con los demás en los detalles de todos los días. Nos enseña a tener paciencia ante las dificultades de la vida. Su enfermedad requi-rió de mucha paciencia y aceptación. Sólo estando cerca de Dios el sufrimiento se hace dulce. Nos enseña a tener sentido del humor ante lo inevitable. Dicen que durante la meditación en el convento, una de las hermanas agitaba su rosario y esto irritaba a Santa Teresita. Decidió entonces en lugar de tratar de no oir nada, escuchar este ruido como si fuera una música preciosa. En nuestras vidas hay situaciones o acciones de los demás que nos molestan y que no podemos evitar. Debemos aprender a reirnos de éstas, a disfrutarlas por que nos dan la oportunidad de ofrecer algo a Dios. Nos enseña que podemos vivir nuestro cielo en la tierra haciendo el bien a los que nos rodean. Actuar con bondad siempre, buscando lo mejor para los demás. Esta es una manera de alcanzar el cielo. Nos enseña a ser sencillos como niños para llegar a Dios. Orar con confianza, con simplicidad. Sentirnos pequeños ante Dios nuestro Padre.
Por: Ángel Amo | Fuente: Catholic.net
Oración Virgen María y Santa Teresita, ayúdenme a tener más amor a Dios para servir mejor a los que me rodean.
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San Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor. († 1787) ![]() El celosísimo obispo, fundador de la Congregación del Santísimo Redentor, y doctor de la Iglesia, san Alfonso Maria de Ligorio, nació en Nápoles y fué hijo de don José de Ligorio, caballero del orden patricio, y de doña Ana Catalina Cavalieri, señora muy principal de la ciudad de Brindis. Trayendo un día esta señora su niño Alfonso al apostólico varón san Francisco de Jerónimo para que le bendijese, dijo el santo con espíritu profético: «Este niño llegará a una edad muy avanzada, no morirá antes de los noventa años, será obispo, y obrará cosas grandes y utilísimas a la Iglesia de Dios.» Los sucesos de la vida de san Alfonso comprobaron la verdad de aquella profecía. Adelantóse en letras y virtudes en la Congregación de jóvenes nobles que se educaban en la casa de los Padres de san Felipe Neri, y a los dieciséis años de su edad, había alcanzado ya el grado de doctor en ambos derechos, con grande aplauso y reputación de sabiduría. Habiendo seguido luego la carrera del foro, por consejo y voluntad de su padre, como le hiciesen caer en la cuenta de un error involuntario que había cometido en la defensa de un pleito feudal, entristecióse mucho de esto, y determinó dejar el oficio de abogado; y así se desnudó de la toga, colgó la espada junto al altar de la Virgen de la Merced, y renunció al derecho de primogénito, para darse del todo a Dios y comenzar una vida muy santa y apostólica. Ordenado de sacerdote, con diez compañeros a quienes había comunicado su celo y espíritu, echó los cimientos de la Congregación de misioneros, que se llamó del Redentor, y fué aprobada por el papa Benedicto XIV. Predicaban aquellos nuevos apóstoles con gran fervor y espíritu de cielo, y recorrían las aldeas y los campos evange, lizando a los pobres el reino de Dios; y los sermones de nuestro santo, iban siempre acompañados de suspiros, lágrimas y numerosas conversiones. En la misión de Amalfi, vió todo el pueblo con grande asombro una luz maravillosa que salía de la imagen de la Virgen y esclarecía el rostro del santo misionero, el cual estaba arrobado y suspenso en Dios, Nombróle el rey de las dos Sicilias obispo de Palermo, y el sumo pontífice Clemente XIII, le hizo obispo de la iglesia de santa Agueda de los Godos, y después de santificar aquella diócesis par espacio de algunos años, impedido por la edad avanzada y las dolencias, y mucho más por su piedad, se retiró a su amada Congregación en la casa de Nocera de Pagani, donde a la edad de noventa años y diez meses, des-cansó en el Señor, habiendo conservado la inocencia bautismal, y edificado a'toda la cristiandad con sus heroicas virtu-des, arrobamientos, milagros, profecías, y libros admirables. Reflexión: El sumo pontífice Pío IX, dió a san Alfonso María de Ligorio el título de doctor de la Iglesia por las sapientísimas obras que dejó escritas, como la Teología moral y la Práctica de los confesores; pero recomendamos encarecidamente a todos los fieles sus libros sobre la Verdad de la fe, la Conformidad con la vonlutad de Dios, las Visitas al Santísimo Sacramento, y singularmente la Preparación a la muerte y las Glories de María. ¿Pluguiera a Dios que estos li bros, que son tesoros de sabiduría y de unción celestial, anduviesen en manos de todos los fieles católicos! Oración: Oh Dios, que por medio del bienaventurado Alfonso María, tu confesor y pontífice, encendido en el celo de las almas diste a tu Iglesia una nueva proble; rogámoste que enseñados por su saludable doctrina y alentados por sus ejemplos, podamos llegar felizmente a Ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen. San Alfonso María de Ligorio, ruega por nosotras. LAS GLORIAS DE MARÍA San Alfonso María de Ligorio
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Devoción al Sagrado Corazón de Jesús Corazón de Jesús ardiente de amor ![]() Explicaciones doctrinales La devoción al Sagrado Corazón no es sino una forma especial de devoción a Jesús. Al esclarecer su objeto, sus fundamentos y sus actos propios conoceremos qué es exactamente y qué hace distinta a esta devoción. El objeto especial de la devoción al Sagrado Corazón La naturaleza de esta cuestión es ya de por sí compleja y las dificultades que nacen a causa de la terminología la hacen aún más compleja. Sin profundizar en términos que son extremadamente técnicos, estudiaremos las ideas en sí mismas y, con el fin de saber pronto dónde estamos, nos detendremos en el significado y en el uso que se da a la palabra corazón en el lenguaje normal. (a) La palabra corazón despierta en nosotros, antes que nada, la idea del órgano vital que palpita en nuestro pecho y del que sabemos, aunque quizás vagamente, que está íntimamente conectado no sólo con nuestra vida física, sino también con nuestra vida moral y emocional. Tal relación explica, también, que el corazón de carne sea universalmente aceptado como emblema de nuestra vida moral y emocional, y que por asociación, la palabra corazón ocupe el sitio que tiene en el lenguaje simbólico y que esa palabra se aplique igualmente a las cosas mismas que son simbolizadas por el corazón. (Cfr. Jer. 31,33; Dt. 6,5; 29,3; Is. 29,13; Ez. 36,26; Mt. 6,21; 15,19; Lc. 8,15; Rm. 5,5; Catecismo de la Iglesia Católica, nos. 368, 2517, N.T.). Pensemos, por ejemplo, en expresiones como "abrir nuestro corazón", "entregar el corazón", etc. Llega a pasar que el símbolo es despojado de su significado material y en vez del signo se percibe sólo lo que es significado. De igual manera, en el lenguaje corriente la palabra alma ya no despierta la idea de aliento, y la palabra corazón sólo nos trae a la mente las ideas de valor o amor. Claro que aquí hablamos de figuras del lenguaje o de metáforas, más que de símbolos. El símbolo es un signo real, mientras que la metáfora es sólo un signo verbal. 8319~Sagrado-corazon-de-Jesus-Posters.jpg El símbolo es algo que significa algo distinto de si mismo, mientras que la metáfora es una palabra utilizada para dar a entender algo distinto de su significado propio. Por último, en el lenguaje normal, nosotros pasamos continuamente de la parte al todo y, gracias a una forma muy natural de hablar, usamos la palabra corazón para referirnos a la persona. Todas estas ideas nos ayudarán a determinar el objeto de la devoción al Sagrado Corazón. El problema comienza cuando se debe distinguir entre los significados material, metafórico y simbólico de la palabra corazón. Se trata de saber si el objeto de la devoción es el corazón de carne, como tal, o el amor de Jesucristo significado metafóricamente por la palabra corazón, o el corazón de carne en cuanto símbolo de la vida emocional y moral de Jesús, especialmente de su amor hacia nosotros. Afirmamos que se da debido culto al corazón de carne en cuanto éste simboliza y recuerda el amor de Jesús y su vida emocional y moral (Cfr. Pío XII, encíclica "Haurietis Aquas", 18,21,24, N.T.). De tal forma, aunque la devoción se dirige al corazón material, no se detiene ahí: incluye el amor, ese amor que constituye su objeto principal pero que únicamente se alcanza a través del corazón de carne, símbolo y signo de ese amor. La devoción al solo Corazón de Jesús, tomado éste como una parte noble de su divino cuerpo, no sería equivalente a la devoción al Sagrado Corazón tal y como la entiende y aprueba la Iglesia. Y lo mismo se puede decir de la devoción al amor de Jesús, como si se tratara de una parte separada de su corazón de carne, o sin más relación con este último que la sugerida por una palabra tomada en su sentido metafórico. (Cfr. Gaudium et Spes, 22,2, N.T.) Pues hay que considerar que en esta devoción existen dos elementos: uno sensible, el corazón de carne, y uno espiritual, el que es representado y traído a la mente por el corazón de carne. Estos dos elementos no son dos objetos distintos, simplemente coordinados, sino que realmente constituyen un objeto solo, del mismo modo como lo hacen el alma y el cuerpo, y el signo y la cosa significada. De esos dos elementos el principal es el amor, que es la causa y la razón de la existencia de la devoción, tal como el alma es el elemento principal en el [[hombre. Consecuentemente, la devoción al Sagrado Corazón puede ser definida como una devoción al Corazón Adorable de Jesucristo en cuanto él representa y recuerda su amor. O, lo que equivale a lo mismo, se trata de la devoción al amor de Jesucristo en cuanto que ese amor es recordado y simbólicamente representado por su corazón de carne (Cfr. Encíclica de S.S. León XIII, Annum Sacrum; Catecismo de la Iglesia Católica nos. 479, 609. N.T.). Es este simbolismo lo que de da su significado y su unidad, y su fuerza simbólica queda admirablemente completada al ser representado el corazón como herido. Como el Corazón de Jesús se nos presenta como el signo sensible de su amor, la herida visible en el Corazón nos recuerda la invisible herida de su amor ("Sólo el corazón de Cristo, que conoce las profundidades del amor de su Padre, pudo revelarnos el abismo de su misericordia de una manera tan llena de simplicidad y de belleza", Catecismo de la Iglesia Católica, 1439, N.T.).Ese simbolismo también nos deja en claro que la devoción, si bien concede al corazón un lugar especial, poco está interesada en los detalles anatómicos. Dado que en las imágenes del Sagrado Corazón la expresión simbólica debe predominar sobre todo lo demás, no se busca nunca la congruencia anatómica; ésta afectaría negativamente la devoción al debilitar la evidencia del simbolismo. Es de primera importancia que el corazón como emblema se pueda distinguir del corazón anatómico; lo apropiado de la imagen debe ser favorable a la expresión de la idea. En una imagen del Sagrado Corazón es necesario un corazón visible, pero éste debe ser, además de visible, simbólico. Y se puede afirmar algo semejante en el ámbito de la fisiología, porque el corazón de carne que constituye el objeto de la devoción, y que debe dejar ver el amor de Jesús, es el Corazón de Jesús, el Corazón real, viviente, que en verdad amó y sufrió; el que, como lo experimentamos en nuestros corazones, tuvo relación con las emociones y la vida moral de Cristo; el que, por el conocimiento, así sea rudimentario, que tenemos a partir de las operaciones de nuestra propia vida humana, jugó igual papel en las operaciones de la vida del Maestro. Sin embargo, la relación entre el Corazón y el Amor de Cristo no tiene un carácter puramente convencional, como es el caso entre la palabra y la cosa, o entre la bandera y el país que ésta representa. Ese Corazón ha estado y está inseparablemente vinculado con la vida de Cristo, vida de bondad y amor. Basta, empero, que en nuestra devoción simplemente conozcamos y sintamos esta relación tan íntima. No tenemos por qué preocuparnos por la anatomía del Sagrado Corazón, ni con determinar cuáles son sus funciones en la vida diaria. Sabemos que el simbolismo del corazón se funda en la realidad y que constituye el objeto de nuestra devoción al Sagrado Corazón, la cual no está en peligro de caer en el error. Es precisamente esa característica la que define naturalmente a la devoción al Sagrado Corazón. Es más, ya que la devoción se dirige al amante Corazón de Jesús, ella debe abarcar todo aquello que es abrazado por ese amor. Y, en ese contexto, ¿no fue ese amor la causa de toda acción y sufrimiento de Cristo?. ¿No fue su vida interior, más que la exterior, dominada por ese amor? Por otro lado, teniendo la devoción al Sagrado Corazón como objeto al Corazón viviente de Jesús, eso mismo familiariza al devoto con toda la vida interna del Maestro, con sus virtudes y sentimientos y, finalmente, con Jesús mismo, infinitamente amante y amable. Consecuentemente, de la devoción al Corazón amante se procede, primero, al conocimiento íntimo de Jesús, de sus sentimientos y virtudes, de toda su vida emocional y moral; del Corazón amante se extiende a las manifestaciones de su amor. Hay otra forma de extensión que, teniendo la misma significación, se realiza, sin embargo, de diverso modo, pasando del Corazón a la Persona. Transición que, por otra parte, es algo que se realiza naturalmente. Cuando hablamos de un "gran corazón" siempre hacemos alusión a una persona, del mismo modo que cuando mencionamos el Sagrado Corazón nos referimos a Jesús. Esto no sucede porque ambas cosas sean sinónimas sino porque la palabra corazón se utiliza para indicar una persona, y esto es posible porque expresamos que tal persona está relacionada con su propia vida moral y emocional. Del mismo modo, cuando nos referimos a Jesús como el Sagrado Corazón, lo que en realidad queremos expresar es al Jesús que manifiesta su Corazón, el Jesús amante y amable. Jesús entero queda recapitulado en su Corazón Sagrado, al igual que todas las cosas son recapituladas en Jesús. Dios continuamente se lamenta de ello en las Sagradas Escrituras; los santos siempre han escuchado en sus corazones la queja de ese amor no correspondido. Una de las fases esenciales de la devoción es la percepción de que el amor de Jesús por nosotros es ignorado y despreciado. El mismo Jesús reveló esa verdad a Santa Margarita María Alacoque, ante la que se quejó de ello amargamente. Únicamente ese amor puede explicar a Jesús, así como sus palabras y obras. Empero, su amor brilla más resplandeciente en ciertos misterios a través de los que nos llegan grandes bienes, y en los cuales Jesús se manifiesta más generoso en la entrega de si mismo. Podemos pensar, por ejemplo, en la Encarnación, la Pasión y la Eucaristía. Estos misterios, además, tienen un lugar especial en la devoción que, buscando a Jesús y los signos de su amor y su gracia, los encuentra aquí con una intensidad mayor que en cualquier evento particular. Ya se dijo arriba que la devoción al Sagrado Corazón, dirigida al Corazón de Jesús como emblema de su amor, pone especial atención a su amor por la humanidad. Lógicamente, esto no excluye su amor a Dios, pues está incluido en su amor por los hombres. Se trata, entonces, de la devoción al "Corazón que tanto ha amado a los hombres", según las palabras citadas por Santa Margarita María. Por último, surge la pregunta de si el amor al que honramos con esta devoción es el mismo con el que Jesús nos ama en cuanto hombre o se trata de aquel con el que nos ama en cuanto Dios. O sea, si se trata de un amor creado o de uno increado; de su amor humano o de su amor divino. Sin lugar a dudas se trata del amor de Dios hecho hombre, el amor del Verbo Encarnado. Ningún devoto separa estos dos amores, como tampoco separa las dos naturalezas de Cristo (Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, No. 470, N.T.). Y aunque quisiésemos debatir este punto y solucionarlo a toda costa, sólo encontraremos que hay diferentes opiniones entre los autores. Algunos, por considerar que el corazón de carne sólo puede vincularse con el amor humano, concluyen que no puede simbolizar el amor divino que, a su vez, no es propio de la persona de Jesús y que, por tanto, el amor divino no puede ser objeto de la devoción. Otros afirman que el amor divino no puede ser objeto de la devoción si se le separa del Verbo Encarnado, o sea que sólo es tal cuando se le considera como el amor del Verbo Encarnado y no ven porqué no pueda ser simbolizado por el corazón de carne ni porqué la devoción debiera circunscribirse solamente al amor creado. Las 12 promesas de Jesús a los devotos de su Sagrado Corazón1. A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado. 2. Daré la paz a las familias. 3. Las consolaré en todas sus aflicciones. 4. Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte. 5. Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas. 6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia. 7. Las almas tibias se harán fervorosas. 8. Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección. 9. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada. 10. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos. 11. Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él. 12. A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final. Condiciones para obtener las gracias prometidas por el Sagrado Corazón de Jesús: 1. Recibir sin interrupción la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes consecutivos. 2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final. 3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento. Oración al Sagrado Corazón de Jesús Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. ¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío! Señor, misericordia. Jesucristo, misericordia. Señor, misericordia. Jesucristo, óyenos. Jesucristo, escúchanos. Dios Padre celestial, Ten piedad de nosotros Dios Hijo, Redentor del mundo, Dios Espíritu Santo, Santísima Trinidad un solo Dios, Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, Corazón de Jesús, Formado por el Espíritu Santo en el Seno de María Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo, Corazón de Jesús, de Majestad infinita Corazón de Jesús, santo Templo de Dios Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo Corazón de Jesús, horno de encendido amor Corazón de Jesús, receptáculo de la justicia y amor Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza Corazón de Jesús, Rey y centro de toda alabanza Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de sabiduría y ciencia Corazón de Jesús, en quien habita la plenitud de la Divinidad Corazón de Jesús, en quien el Padre se ha complacido Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido Corazón de Jesús deseo de los collados eternos Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia Corazón de Jesús, rico para todos los que lo invocan Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad Corazón de Jesús, propiciación de nuestros pecados Corazón de Jesús, saturado de oprobios Corazón de Jesús, oprimido por nuestras maldades Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte Corazón de Jesús, traspasado por la lanza Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo, Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra Corazón de Jesús, víctima de los pecadores Corazón de Jesús, salvación de los que esperan en Ti Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos, Señor. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, Escúchanos, Señor. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, Ten misericordia de nosotros. Jesús Manso y humilde de corazón, Haz nuestro corazón semejante al tuyo Oración: Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu muy amado Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te tributa en nombre de los pecadores; concede benigno el perdón a los que invocamos tu misericordia, en el nombre del mismo Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en unión del Espíritu Santo Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
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Inmaculado Corazón de María Índice
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POR FAVOR Oremos por el fin del aborto en los Estados Unidos
ORACIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA PARA PONER FIN AL HOLOCAUSTO DEL ABORTO:
Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros (Diario, 1319). Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío (Diario, 84).
Cómo rezar la Coronilla a la Divina Misericordia
Bebé a las 8 semanas de desarrollo
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Santa Faustina Kowalka Celebrado el 5 De Octubre
Por: https://evangeliodeldia.org/SP/ Santa Faustina Kowalka, ruega de nosotros.
Cómo Dios ve los abortos de la humanidad según Santa Faustina
Polonia era matar a miles de bebés no nacidos por aborto en la década de 1930 en Varsovia "Ella escribió en su diario que Jesús mismo dijo que estaba a punto de destruir una de las ciudades más bellas de nuestro país como Sodoma fue destruida debido a los crímenes perpetrados allí. Habiendo leído acerca de estas cosas en el Diario le pregunté qué significa la profecía? Ella respondió confirmando lo que escribió y respondiendo a una otra pregunta mía, debido a qué tipo de pecados iba a infligir Dios estos castigos. Ella respondió: especialmente por el asesinato de infantes que aún no han nacido, el crimen más grave de todos". El crimen más doloroso de todosEste crimen contra niños y mujeres no nacidos ya estaba creciendo, filándose desde la Unión Soviética, que en 1920 se convirtió en el primer país del mundo en legalizar el aborto. Disponibles bajo petición y a menudo sin costo alguno, a mediados de la década de 1920, los hospitales estaban tan gravemente congestionados por los procedimientos de aborto que las clínicas especiales tuvieron que ser abiertas para liberar camas, y muchos médicos comenzaron a preocuparse. El aborto fue prohibido en Polonia sin excepciones hasta 1932. En ese año, se aflojen las restricciones, y el nuevo Código Penal legalizó el aborto cuando había razones médicas y, por primera vez en Europa, cuando el embarazo fue resultado de un acto criminal. Varsovia, la capital cosmopolita de Polonia, ahora llega a ser conocida como el lugar para ir si uno de ellos es un aborto. Se informa de que hasta uno de cada tres embarazos se puso fin allí entre las dos guerras mundiales. Hacia finales de 1937, menos de 12 meses antes de su muerte, St. Faustina menciona de nuevo la ira de Dios con su país, grabando en Diario la entrada 1533:
VER: El día que la Capilla de la Divina Misericordia fue dada al mundo
Polonia fue castigada por los pecados del aborto cuando los nazis invadieron el país en 1939 y arruinaron todo el condado: ![]() Ciudad de Varsovia, Polonia, después de que el nazi la bombardeara en la Segunda Guerra Mundial
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San Antonio de Padua, confesor. († 1231) ![]() El maravilloso predicador de Cristo, san Antonio de Padua, nació en Lisboa, cabeza del reino de Portugal, y fué hijo de muy nobles y virtuosos padres. debió con la leche de su madre la devoción a la Virgen santisima; y a la edad de quince años lonnó el hábito en el monasterio de canónigos reglares de san agustin, donde hizo su profesicn: mas once años después, pasó con la venia de sus superiores a la religión seráfica, llevado: del deseo de convertir a los atoros y derramar su sangre por Jesucristo. Pero el Señor que le destinaba a otro apostolado, le servió en Africa una grave enbarfermedad; y para cobrar salud se embarcó con rumbo a España, mas por vienfcs contrarios fué llevada la nave a Italia. Mandóle su seráfico padre san Francisco que leyese teología en las ciudades de Montpellier en Francia, y de Bolonia y Padua en Italia, y le encomendó después el oficio de predicar. Eran sus palabras como unas llamas de fuego que abrasaban los corazones, y como Dios las confirmaba con grandes prodigios, fue, on innumerables los herejes y pecadores es que convirtió así en Francia como cn Italia. Una vez, disputando con un hereje llamado Bonibillo que negaba la aresencia de Cristo en la Eucaristía, hizo que la mula del hereje, a pesar de !caber estado tres días sin comer, dejase a cebada que le ponían delante, para arrodillarse delante del santísimo Sacramento; con este milagro se convirtió aquel principal maestro de los herejes. Otra vez estando en la ciudad de Armiao, para confundir a los herejes que no querían oírle, se llegó a la ribera del mar, a predicar a los peces, a los cuales, asomando del agua les echó su bendidón. Convidáronle un día unos herejes a comer y le pusieron ponzoña en el plato; y el santo les afeó aquella maldad, pero haciendo la señal de la cruz sobre el manjar, comióle sin recibir del veneno lezión alguna. Aconteció muchas veces que predicando en una lengua le entendían los oyentes de diferentes naciones y lenguas, como si predicara en la de cada uno, y aun fué oído dos milas lejos de donde predicaba. Era tanta la gente que acudía a sus sermones, que no cabiendoen los templos se salían a los campos. Acechó una noche al santo el huésped que le había recibido en su casa, y vid en su aposento una gran claridad, y el Niño Dios hermosísimo y sobremanera gracioso encima de un libro, y después en los brazos de san Antonio. y que el santo se regalaba con él sin apartar los ojos de su divino rostro. Finalmente a los diez años de sus apostólicos ministerios, acabó su vida llena de virtudes. y en la ciudad de Padua entregó su alma bienaventurada al Señor. Reflexión: Entre los milagros con quo Dios ilustró a este santo gloriosisimo, muy digno de mención el que aconteció treinta y dos años después de su muerte. en la traslación de su sagrado cuerpo. Porque se halló entre los huesos de la boca la lengua tan entera y fresca como si estuviera viva: y tomándola en las manos san Buenaventura, que era a la sazón Ministro general de la orden de san Francisco, bañado en lágrimas ex-clamó: «;Oh lengua bendita! que siempre alabaste a Dios, y fuiste causa de que tantos le alabasen: bien se ve ahora de cuánto merecimiento eres delante del Criador, que para tan alto oficio te había formado!» Empleemos también la nuestra en alabar al Señor; ya que es éste el mejor uso que podemos hacer de ella. Oración: Haz, Señor Dios mio, que le solemne festividad de tu confesor Antonio regocije toda la Iglesia, para qua fortificada con los socorros espirituales. merezca disfrutar los gozos eternos. Pe: Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Letanía a San Antonio de Padua [Diga su petición de oración] “ Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.Señor, ten piedad de nosotros. Cristo, óyenos. Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos. Dios Padre Celestial; ten piedad de nosotros. Dios Hijo, Redentor del mundo; ten piedad de nosotros. Dios Espíritu Santo; ten piedad de nosotros. Trinidad Santa, un solo Dios verdadero; ten piedad de nosotros. Santa María concebida sin pecado original; ruega por nosotros. San Antonio de Padua, ruega por nosotros. San Antonio, Gloria de la orden seráfica, ruega por nosotros. San Antonio, Arca del Testamento, ruega por nosotros. San Antonio, Santuario de sabiduria celestial, ruega por nosotros. San Antonio, Conculcador de las vanidades mundanas, ruega por nosotros. San Antonio, Vencedor de la concupiscencia, ruega por nosotros. San Antonio, Prodigio de penitencia, ruega por nosotros. San Antonio, Espejo de obediencia, ruega por nosotros. San Antonio, Perla de pobreza, ruega por nosotros. San Antonio, Lirio de celestial pureza, ruega por nosotros. San Antonio, Amante apasionado de la Cruz, ruega por nosotros. San Antonio, Mártir por el deseo, ruega por nosotros. San Antonio, Horno de la Caridad, ruega por nosotros. San Antonio, Celador de la Justicia, ruega por nosotros. San Antonio, Apóstol del Evangelio, ruega por nosotros. San Antonio, Luz brillante de pecadores, ruega por nosotros. San Antonio, Terror de los infieles, ruega por nosotros. San Antonio, Modelo de perfección, ruega por nosotros. San Antonio, Castigador de los crímenes, ruega por nosotros. San Antonio, Defensor de la inocencia, ruega por nosotros. San Antonio, Liberador de los cautivos, ruega por nosotros. San Antonio, Guía de pecadores, ruega por nosotros. San Antonio, Médico de los enfermos, ruega por nosotros. San Antonio, Obrador de milagros, ruega por nosotros. San Antonio, Quien restituye el habla a los mudos, ruega por nosotros. San Antonio, Quien da oído a los sordos, ruega por nosotros. San Antonio, Quien da vista a los ciegos, ruega por nosotros. San Antonio, Quien da agilidad a los tullidos, ruega por nosotros. San Antonio, Quien ahuyenta a los demonios, ruega por nosotros. San Antonio, Quien resucita a los muertos, ruega por nosotros. San Antonio, Quien hace encontrar las cosas perdidas, ruega por nosotros. San Antonio, Quien amenaza el furor de los tiranos, ruega por nosotros. De las asechanzas del enemigo, San Antonio líbranos. Por tu poderosa intercesión, en el transcurso de la vida, San Antonio protégenos. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros. Ruega por nosotros, oh, glorioso San Antonio, Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Oremos Piadosísimo Dios que ilustras con esplendores indeficientes a tu siervo San Antonio, concédenos benigno que alcancemos eficazmente por su intercesión lo que confiadamente te pedimos por sus méritos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.” |
LA DIVINA MISERICORDIA
Letanía de la Divina Misericordia Cristo, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros. Cristo, óyenos, Cristo, escúchanos. Dios, Padre celestial – ten piedad de nosotros. Dios Hijo, Redentor del mundo – ten piedad de nosotros. Dios Espíritu Santo – ten piedad de nosotros. Santa Trinidad, un solo Dios – ten piedad de nosotros. Misericordia Divina, supremo atributo de Dios – en ti confiamos. Misericordia Divina, insondable amor del Santificador Misericordia Divina, misterio incomprensible de la Santa Trinidad Misericordia Divina, expresión del máximo poder de Dios Misericordia Divina, en la creación de los espíritus celestiales Misericordia Divina, que de la nada nos llamó a la existencia Misericordia Divina, que abarca todo el universo Misericordia Divina, que nos otorga la vida inmortal Misericordia Divina, que nos protege de los castigos merecidos Misericordia Divina, que nos rescata de la miseria del pecado Misericordia Divina, que nos justifica en la Palabra Encarnada Misericordia Divina, que mana de las llagas de Cristo Misericordia Divina, que brota del Sacratísmo Corazón de Jesús. Misericordia Divina, que nos da a la Santísima Virgen María como Madre de la Misericordia Misericordia Divina, en la revelación de los misterios de Dios Misericordia Divina, en la institución de la Iglesia universal Misericordia Divina, en la institución de los santos sacramentos Misericordia Divina, ante todo en el sacramento del Bautismo y la Penitencia Misericordia Divina, en el sacramento del Altar y el sacerdocio Misericordia Divina, en llamarnos a la santa fe Misericordia Divina, en la conversión de los pecadores Misericordia Divina, en la santificación de los justos Misericordia Divina, en el perfeccionamiento de los piadosos Misericordia Divina, fuente para los enfermos y los que sufren Misericordia Divina, consuelo para los corazones angustiados Misericordia Divina, esperanza de las almas desesperadas Misericordia Divina, que acompaña a todos siempre y en todas partes Misericordia Divina, que nos adelanta con gracias Misericordia Divina, paz de los agonizantes Misericordia Divina, gozo celestial de las almas salvadas Misericordia Divina, frescor y alivio para las almas del purgatorio Misericordia Divina, corona de todos los santos Misericordia Divina, inagotable fuente de milagros. Cordero de Dios que has mostrado la mayor misericordia en la redención del mundo en la cruz – perdónanos, Señor. Cordero de Dios que te ofreces misericordiosamente por nosotros en cada santa Misa – escúchanos, Señor. Cordero de Dios que por la insondable misericordia quitas nuestros pecados – ten piedad de nosotros. Sacerdote: La misericordia de Dios por encima de todas sus obras. Fieles: Por eso alabaremos la misericordia del Señor por siempre. Oremos: Oh Dios, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros tu mirada bondadosa y aumenta tu misericordia en nosotros, para que nunca, ni siquiera en los momentos más difíciles nos desesperemos, sino que, con confianza, nos sometamos a tu santa voluntad que es la misericordia misma. Por nuestro Señor Jesucristo, Rey de la misericordia que contigo y con el Espíritu Santo nos manifiesta misericordia ahora y por los siglos. Amén. |
Santo Francisco de Sales, obisp., conf. y doct. --- 29 de Enero. († 1622) ![]() San Francisco de Sales necio en el castillo de Sales en el ducado de Saboya. Siendo niño, repartía a los pobres lo que le dapara su entretenimiento la condesa, su madre; y llegado a la edad competente, aprendió las letras humanas, y divinas en el colegio que tenan en París los padres Jesuitas, y tuvo por maestro de teología al sapientísimo padre Maldonado, y por maestro de las lenguas hebrea y griega al famoso Genebrardo. Comulgaba cada ocho días, ceñíase el cilicio tres días a la semana; y siendo prefecto de la Congregación de María. Santísima, hizo voto de perpetua virginidad. De París pasó a la universidad de Padua para estudiar Jurisprudencia, y escogió por confesor al insigne Padre Posevino de la Compañia de Jesús. Allí fué donde algunos malignos escolares le llevaron a la casa de una dama ruin, de cuya tentación hubo de librarse el castísimo mancebo tirándole a la cara un tizón que halló a mano. Habiéndose ordenado de sacerdote, le confiaron el ministerio de la palabra, y en su primer sermón convirtió trescientos pecadores. Andaba de aldea en aldea y de choza en choza, padeciendo frïos, lluvias, hielos, insultos y persecuciones de muerte por ganar almas a Cristo. Siempre iba entre lobos aquel cordero mansísimo, pero con su caridad mudó los lobos en corderos. Cuando entró en Tonón no había más que siete católicos en toda la ciudad; y poco después pasaban ya de seis mil: y no paró hasta reducir a la verdadera fe los protestantes de Ger, de Ternier, de Gaillac y del Chablais. El mismo heresiarca Teodoro Beza se convenció y lloró; aunque por haber diferido su conversión, murió apóstata en Ginebra. El rey de Francia Enrique IV ofreció al canto el obispado de París, y el capelo cardenalicio; mas rehusó él estas dignidades: y si admitió la mitra de Ginebra, fué porque el sumo Pontífice se lo mandó con riguroso precepto. Visitó a pie todas las parroquias poniéndose mil veces en peligro de muerte, predicó muchas Cuaresmas, fué como el oráculo de su tiempo, y escribió muthos libros de piedad y entre ellos la Introducción a la vida devota, del cual se dice, que son más las almas que ha convertido que las letras que tiene; y el Tratado del amor de Dios, suficiente para encender en el amor divino los corazones más fríos y helados. Fundó además la Orden de la Visitación, inspirando a sus religiosas un espíritu de suavidad y caridad de Cristo, que jamás ha padecido menoscabo. Finalmente, después de increíbles trabajos y méritos, a la edad de 56 años, murió el santo en el humilde aposento del hortelano de la Visitación. Su corazón precioso y conforme al de Cristo se conserva en una urna de oro que mandó labrar el rey Luis XIII por haber recobrado la salud en el mismo instante que se le mostró aquella sagrada reliquia. Reflexión: La mansedumbre, hija de la caridad de Cristo, fué la virtud en que más se señaló el suavísimo y apostólico varón san Francisco de Sales; porque el Señor se propuso como ejemplar de ella, diciendo: Aprended de mí que soy man-so y humilde de corazón. (MATTH. XI.). Imitémosle también nosotros, recordando que así como el desabrimiento, la altanería y la cólera suelen ser pruebas de una conciencia lastimada; así la dulzura, la humildad y suavidad siempre han sido el propio carácter de la santidad verdadera. Oración: ;Oh Dios! que ordenaste quo el bienaventurado Francisco, tu confesor y pontífice, se hiciese todo para todos por la salud de las almas, concédenos benignamente, que llenos de la dulzura de tu caridad, por los consejos y méritos de este gran santo, consigamos los eternos gozos de la gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. |
La pequeña conexión conocida entre la matanza de bebés, la destrucción de Varsovia y las revelaciones de la misericordiaLa Capilla de la Divina Misericordia es una oración que Jesús dictó a Santa María Faustina Kowalska, una joven mística polaca, en la década de 1930. Dirigió a esta humilde monja a rezar incesantemente y animar a otros a hacer lo mismo, adrogándose a su recitación orante una miríada de promesas extraordinarias. La Chaplet se reza en las cuentas de un rosario ordinario y puede ser recitada en unos diez minutos o cantada usando varias melodías en una veintena. (Vea cómo rezar la Capilla abajo.) Con el permiso de su directora espiritual y Madre Superiora, las hermanas y jóvenes que alimentaron en el convento comenzaron a recitar la Capilla como el Señor había pedido. Las instrucciones sobre cómo orar esta oración fueron incluidas en el remo de las cartas sagradas de la Divina Misericordia impresas bajo la dirección de St. Faustinas director espiritual, Beato P. Michael Sopocko, y comenzaron a distribuirse para el deleitar de la joven monja. Desde su muerte en 1938, el conocimiento y la devoción a la Capilla de la Misericordia Divina se ha extendido por todo el mundo. Miles y miles de personas atescan su poder, que ha contribuido con seguridad al consenso de que el rezo o canto de la Capilla de la Misericordia se ha convertido hoy en una de las prácticas piadosas más populares de la Iglesia. El Sacrifice del Cuerpo y la SangreSin embargo, a pesar de su eficacia y popularidad, muchos no son conscientes de las circunstancias en que St. Faustina recibió esta oración y, por tanto, su significado para las generaciones actuales. Muchos no son conscientes de que el Señor pidió originalmente esta oración, en la que ofrecemos al Padre Celedlo el Cuerpo y Sangre de Jesús, ser recitado como un medio para apacerar la ira de Dios, especialmente para el sacrificio del cuerpo y la sangre del niño por nacer en el vientre. Al Temprano en su Diario, St. Faustina registró que el Señor le instruyó para ofrecerse, junto con él, a Dios el Padre, repitiendo palabras similares a las que luego dictaría como la Capilla de la Misericordia. Esto iba a hacerse para expiar los pecados que se cometían en la ciudad más hermosa de Polonia y para evitar un castigo debido allí por estos pecados. ![]() Diario e ntry 39 dice lo siguiente:
Al cumplir obedientemente esta petición, Jesús apareció de nuevo y en respuesta a St. Faustinas súplicas, bendecido la ciudad y el país. La entrada continúa:
St. Faustina recibe la Capilla de la Divina MisericordiaViernes 13 de septiembre de 1935Un poco más tarde en el Diario, St. Faustina registra otra experiencia desgarradora y una visión de destrucción que está a punto de golpear al mundo, y en particular, a un cierto lugar. Sus oraciones fueron impotas hasta que escuchó y rezaron las palabras que ahora recitamos en la Capilla de la Misericordia:
Es en este momento que St. Faustina se encuentra con la Santísima Trinidad y la "grandeza de Su majestad". Ella comienza a suplicar a Dios en palabras escuchadas interiormente. El santo continúa:
En ambos casos, St. Faustina menciona la ira de Dios y la destrucción que se desencadenaría sobre el mundo por su pecado, y en particular sobre una cierta ciudad. La profeta de un castigo similar a Sodoma y Gomorra llamó la atención de St. Faustinas director espiritual, Beato P. Michael Sopocko. Interrogó a St. Faustina cuidadosamente al respecto y grabó su respuesta en su Summarium:
El crimen más doloroso de todosEste crimen contra niños y mujeres no nacidos ya estaba creciendo, cayiendo desde la Unión Soviética, que en 1920 se convirtió en el primer país del mundo en legalizar el aborto. Disponibles bajo petición y a menudo sin costo alguno, a mediados de la década de 1920, los hospitales estaban tan gravemente congestionados por los procedimientos de aborto que las clínicas especiales tuvieron que ser abiertas para liberar camas, y muchos médicos comenzaron a preocuparse. El aborto fue prohibido en Polonia sin excepciones hasta 1932. En ese año, se aflojaron las restricciones, y el nuevo Código Penal legalizó el aborto cuando había razones médicas y, por primera vez en Europa, cuando el embarazo fue resultado de un acto criminal. Varsovia, la capital cosmopolita de Polonia, ahora llega a ser conocida como el lugar para ir si uno de ellos es un aborto. Se informa de que hasta uno de cada tres embarazos se puso fin allí entre las dos guerras mundiales. Hacia finales de 1937, menos de 12 meses antes de su muerte, St. Faustina menciona de nuevo la ira de Dios con su país, grabando en Diario la entrada 1533:
Almas elegidas salvan amas |
Fiesta del Santo Nombre de María ![]() El hecho de que la Santísima Virgen lleve el nombre de María es el motivo de esta festividad, instituida con el objeto de que los fieles encomienden a Dios, a través de la intercesión de la Santa Madre, las necesidades de la iglesia, le den gracias por su omnipotente protección y sus innumerables beneficios, en especial los que reciben por las gracias y la mediación de la Virgen María. Por primera vez, se autorizó la celebración de esta fiesta en 1513, en la ciudad española de Cuenca; desde ahí se extendió por toda España y en 1683, el Papa Inocencio XI la admitió en la iglesia de occidente como una acción de gracias por el levantamiento del sitio a Viena y la derrota de los turcos por las fuerzas de Juan Sobieski, rey de Polonia. Esta conmemoración es probablemente algo más antigua que el año 1513, aunque no se tienen pruebas concretas sobre ello. Todo lo que podemos decir es que la gran devoción al Santo Nombre de Jesús, que se debe en parte a las predicaciones de San Bernardino de Siena, abrió naturalmente el camino para una conmemoración similar del Santo Nombre de María. |
Jesús, en ti confiamos. ![]() Ore para que el aborto sea prohibido en los Estados Unidos y en todo el mundo. Oración al principio: Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros (Diario, 1319). Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío (Diario, 84). |
La novena en honor de San JoséTexto elaborado por el Obispo Claudio Gatti Esta novena ha sido compuesta en un momento de particular sufrimiento en nuestra vida. Habíamos tenido siempre una gran amor y una particular predilección hacia San José; el uno y la otra nos habían sido transmitidos por la Virgen.La esposa purísima ha expresado su agradecimiento por esta novena en honor de su castísimo esposo y ha manifestado el deseo de que fuese publicada antes que su vida, para hacer conocer y amar a aquel que ha tenido el privilegio y la responsabilidad de ser llamado "padre" del Hijo de Dios.El mismo San José, ha manifestado su agradecimiento como resultado de su mensaje del 19 de marzo de 1994.Confiamos que la meditación de esta novena pueda comportar bienes espirituales a nuestros hermanos como ha hecho con nosotros. OraciónAmado y silencioso San José, queremos volver a recorrer tu existencia terrena poco a poco, ella es una recta luminosa que llega a Dios. Como un recta que forma muchos puntos, así tu vida está llena de muchas etapas intermedias, preciosas e importantes que preceden a la meta final: la felicidad y el gozo del Paraíso.Te invitamos a estar presente en nuestra vida para tener la garantía de gozar de la compañía de tu esposa y de la gracia de tu hijo putativo que has amado, reconocido y adorado como a tu Dios. PRIMER DIA - El nacimiento de un lirio: San José San José en su nacimiento fue acogido por la complacencia y la sonrisa de la Santísima Trinidad.Cada una de las Tres Personas Divinas obraron y dejaron su propia huella en el alma de esta criatura elegida para un destino tan alto, como silencioso y oculto.Dios Padre lo preparó a la misión de ser esposo de María y a la responsabilidad de ser padre putativo de su Divino Hijo. Dios Hijo lo amó con un amor único y particular, lo llamó con el dulce nombre de "padre", lo ha respetó y escuchó como hijo dócil y obediente.Dios Espíritu Santo lo enriqueció con dones, gracias y carismas particulares, para que pudiese desarrollar con humilde abandono, su papel en el plano de la salvación.El nacimiento de San José es como el primer resplandor que, en el firmamento celeste, preanuncia la aurora de las primeras horas del día: María, y el esplendor del sol a mediodía: Jesús.El nacimiento de San José anticipa, precede al nacimiento de María y al nacimiento de Jesús, es una luz más tenue respeto a aquella llena de María y a aquella fúlgida de Jesús, pero es una luz que Dios ama, aprecia y reconoce en medio del latir de tantas luces. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén. Jesús, José y María os doy mi corazón y el alma mía. Jesús, José y María asistidme en mi última agonía. Jesús, José y María con Vos descanse en paz el alma mía. Padrenuestro, Avemaría y Gloria ANTÍFONA Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José. San José, ruega por nosotros. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. [Petición de oración] SEGUNDO DIA - 12 de marzo, Domingo San José: adolescente humilde y dócil San José vivió su adolescencia en la sencillez, en la docilidad y en el respeto hacia sus padres.Para ejercitar, de adulto, papeles importantes y responsabilidad delicada, es necesario adquirir en la adolescencia un estilo de vida que debe ser plasmado con autoridad por los educadores, porque pretender que se formen solos significa exponerse a un peligro serio y un seguro fracaso.El amor respetuoso y confiado de San José hacia sus padres fue un amor en continuo crecimiento porque, por disponibilidad natural, presente en cada niño, fue convirtiéndose progresivamente en una virtud, sostenida por su interés y ayuda de Dios.José observó con fe y convicción el mandamiento divino: honrar al padre y a la madre. En ellos no vio sólo personas maduras y expertas, sino a Dios mismo que se sirve de sus criaturas y los eleva a la dignidad y responsabilidad de ser sus colaboradores en la acción del crecimiento humano y espiritual del hombre. Si San José ha vivido el papel de esposo y de padre putativo con madurez, responsabilidad y autoridad es porqué ha vencido y dominado el orgullo, ha vivido sereno y confiado de forma oculta.Ha reservado el primer lugar a Dios, inmediatamente después ha colocado al prójimo, y para sí ha querido siempre el último sitio. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén. Jesús, José y María os doy mi corazón y el alma mía. Jesús, José y María asistidme en mi última agonía. Jesús, José y María con Vos descanse en paz el alma mía. Padrenuestro, Avemaría y Gloria ANTÍFONA Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José. San José, ruega por nosotros. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. [Petición de oración] TERCER DIA - San José: joven puro San José es un testimonio luminoso y convincente de una vida hermoseada por una virtud tan amada de Dios: la pureza.Los puros recuerdan, a un mundo que se sumerge cada vez más en los placeres desordenados de la carne, que la pureza es la condición definitiva y final del hombre: "Seréis como ángeles de Dios en el cielo" (Mt 22,30)La pureza permite al hombre vivir con Dios una realización íntima y dedicarse de manera generosa al servicio de los hermanos.La pureza ha sido una virtud que San José ha custodiado celosamente durante los años de juventud y de vida conyugal, yendo incluso contra la mentalidad de su pueblo y de su tiempo que sólo consideraba como transitoria la elección de vivir casto y nunca definitiva.San José ha defendido su pureza de la concupiscencia de la carne, de las tentaciones del demonio y de los apremios del mundo con la oración, la vigilancia, el ayuno.San José ha estado dispuesto y feliz de ofrecer a Dios el lirio de su pureza, el mismo lirio que después con María ofrecerá de nuevo a Dios durante los años de la vida conyugal.El casto esposo de la Virgen puede ayudarnos a comprender la belleza de la pureza, pero sobretodo puede orar, interceder por nosotros en los momentos de las tentaciones y en los momentos en los que nuestra pureza puede ser comprometida. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén. Jesús, José y María os doy mi corazón y el alma mía. Jesús, José y María asistidme en mi última agonía. Jesús, José y María con Vos descanse en paz el alma mía. Padrenuestro, Avemaría y Gloria ANTÍFONA Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José. San José, ruega por nosotros. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. [Petición de oración] CUARTO DIA - José y María desposados José y María son propuestos, a los jóvenes que se aman, como la pareja que ha llegado a la altura más sublime del amor intenso en toda su extensión, profundidad y plenitud.Cuando los dos jóvenes se ven por primera vez sienten nacer en su corazón un amor puro y auténtico. José y María experimentan aquellos sentimientos, emociones y afectos que indican que ha nacido la flor del amor, aquel amor que tiene a Dios como fuente y como meta, son conscientes de haberse encontrado porque Dios ha puesto al uno en el camino del otro.José descubre, por iluminación interior, que su futura esposa está dotada de dones particulares: los dones naturales, preternaturales y sobrenaturales. María se da cuenta que su futuro esposo es justo, respetuoso de la ley de Dios, amante de la oración, dispuesto al sacrificio.El amor de estos dos jóvenes crece cada día más. Ellos se comprometen en conocerse, comprenderse y ayudarse. Oran juntos y la oración, además de unirlos a Dios, los une cada vez más entre ellos. Ayunan juntos y esto infunde en ellos nuevas energías espirituales. Meditan juntos la Palabra de Dios y en su alma aumenta la luz que les hace conocer y aceptar los designios que Dios tiene para ellos.Cuántas veces han leído los pasajes del Antiguo Testamento que hablan del Mesías y en su corazón han experimentado emociones y conmociones particulares.Los jóvenes José y María son el ejemplo y el testimonio más luminoso y completo para los jóvenes de todos los tiempos que se preparan a pronunciar su "si" definitivo delante de Dios ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén. Jesús, José y María os doy mi corazón y el alma mía. Jesús, José y María asistidme en mi última agonía. Jesús, José y María con Vos descanse en paz el alma mía. Padrenuestro, Avemaría y Gloria ANTÍFONA Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José. San José, ruega por nosotros. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. [Petición de oración] QUINTO DIA- El amor de los Esposos José y María El amor que une a María y José es el más elevado, completo y auténtico amor conyugal. Se sienten realmente marido y mujer, son esposos por voluntad de Dios, pero también por elección y aceptación personal. María y José han querido, no podía ser de otro modo, estar unidos por el amor que tiene a Dios como fuente y meta, no por el amor que nace del empuje y exigencias físicas o que privilegia solo alguna facultad o cualidad del cuerpo.El amor que proviene de Dios eleva al hombre a alturas vertiginosas, el amor que nace de otras fuentes no es capaz de elevarse más allá de la modesta dimensión terrena. María y José, cuando se unieron en matrimonio, eran hermosos, jóvenes, llenos de amor recíproco, formaban juntos una pareja hermosísima.Estos esposos estaban también admirados y enamorados el uno del otro, de la belleza espiritual, tenían privilegiadas las cualidades del alma, las únicas que permiten vivir en compañía de Dios sobre la tierra y en completo servicio a los hermanos.Han amado y se han amado como amarán todos los hombres en el paraíso después de la resurrección de los cuerpos, como nos ha enseñado Jesús.José y María, esposos auténticos y maravillosos, nos enseñan que sólo de Dios nace el verdadero amor que une para siempre a un hombre y una mujer. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén. Jesús, José y María os doy mi corazón y el alma mía. Jesús, José y María asistidme en mi última agonía. Jesús, José y María con Vos descanse en paz el alma mía. Padrenuestro, Avemaría y Gloria ANTÍFONA Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José. San José, ruega por nosotros. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. [Petición de oración] SEXTO DIA -José y la familia La santa familia de Nazaret se propone como ejemplo a todas las familias cristianas. Jesús, María y José viven cada uno el propio papel con sencillez, autenticidad y amor. Jesús es el hijo dócil y obediente, María es la esposa y madre responsable y generosa, José es el esposo y el padre animado de auténtico espíritu de servicio.Las horas de la jornada estaban armonizadas por la oración común y la lectura de la Palabra de Dios. Los momentos más deseados y esperados eran aquellos en los que la sagrada familia se reunía en una conversación en la que se veía a Jesús como maestro y María y José como discípulos..El hijo de Dios, encarnándose, había nacido (Fil 2,6) sin renunciar a sus atributos divinos y en la intimidad de la casa de Nazaret, se manifiesta como "Palabra de Dios" (Jn 1,1)Los corazones buenos y sinceros de María y José eran la tierra buena donde, cayendo la palabra de Dios, producía el fruto "ciento por uno" (Lc 8,5-15)José y María escuchando a Jesús, no estaban estupefactos como los doctores del templo, por su inteligencia (Lc 2, 47), sabían escuchar al Hijo de Dios y lo escuchaban con amor y fe.Por tanto, Jesús, el Hijo de Dios, quiso estar sujeto a un hombre (Lc 2,51) y José no se sustrajo a su tarea delicada y comprometida, sino que la vivió con serenidad, responsabilidad y convicción, porque sabía que ésta era la voluntad de Dios. San José enseña con su vida que, cualquier cosa que desempeñe el hombre no debe permitir que su serenidad, silencio y quietud interior sean turbados por nada. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén. Jesús, José y María os doy mi corazón y el alma mía. Jesús, José y María asistidme en mi última agonía. Jesús, José y María con Vos descanse en paz el alma mía. Padrenuestro, Avemaría y Gloria ANTÍFONA Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José. San José, ruega por nosotros. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. [Petición de oración] SEPTIMO DIA - El silencio de San José El Evangelio no nos da ni siquiera un palabra de más sobre San José, aunque él no es un simple figurante, sino un protagonista en el Evangelio de la infancia de Jesús. Del silencio exterior que caracteriza y distingue a San José, pasa al silencio interior espontáneamente.¿Qué significa silencio interior? Significa hacer callar todas las otras voces para escuchar sólo la voz de Dios.Dios habla de muchas maneras, a todos y siempre, pero el hombre voluntariamente no lo escucha porque está más seducidos por mensajes que estimulan los placeres desordenados y por metas no apreciables a la luz de Dios.Dios habló al corazón de José, libre de inútiles afanes humanos. José vivió en unión con Dios constante y dialogante.Sólo el silencio interior es capaz de transformarse en un diálogo, rico en amor, con Dios y en una disponibilidad generosa hacia los hermanos. Hablar del silencio interior de San José significa presentar a un hombre rico en vida interior y atento a la realidad exterior.San José ha sido proclamado patrón de la Iglesia Universal, ya que con amor, con diligencia, incluso a costa de privaciones, incomprensiones y sufrimientos, protegió al pequeño Jesús. Ahora, con su poderosa intercesión, defiende a la Iglesia de los peligros que atentan a su existencia, integridad y unidad, porque la Iglesia es el sacramento de Cristo; en la Iglesia y por la Iglesia, Cristo está presente en el mundo.San José protege la unidad y la concordia de las comunidades familiares, religiosas y eclesiales, de las divisiones, incomprensiones, personalismos y errores. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén. Jesús, José y María os doy mi corazón y el alma mía. Jesús, José y María asistidme en mi última agonía. Jesús, José y María con Vos descanse en paz el alma mía. Padrenuestro, Avemaría y Gloria ANTÍFONA Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José. San José, ruega por nosotros. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. [Petición de oración] OCTAVO DIA -El abandono a Dios de San José Abandonarse a Dios significa decir sí a Dios con el corazón y la voluntad, cuando el hombre está tentado de decir que no. Abandonarse a Dios, al principio, puede provocar un profundo desgarro que progresivamente es reabsorbido a medida que el hombre consigue alzarse a una visión de fe vigorosa y serena. San José tuvo siempre presente este fragmento de Antiguo Testamento: "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, vuestros caminos no son mis caminos- oráculo del Señor-. Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros" (Is 55,8-9).Uno de los pecados más frecuentes y graves de nuestro tiempo es la pretensión del hombre de imponer a Dios programas, métodos y soluciones que, en su orgullo y en su estupidez, considera mejores.San José ofrece a la Iglesia su modelo de vida, sometido serenamente y abandonado confiadamente a Dios.Se abandonó siempre a Dios, incluso cuando estaba desgarrado en el alma y en los afectos, cuando vivió situaciones humanamente incomprensibles y dramáticas: la maternidad misteriosa de María, la huida a Egipto, la pérdida del niño Jesús y los silenciosos años de la vida en Nazaret. Las pruebas a las que fue sometido San José, fueron muy fuertes y sus sufrimientos muy dolorosos, pero su abandono a Dios fue perfecto y convencido.San José dio su aportación silenciosa, pero válida, a la obra redentora de Jesús, que lo ha llamado con el dulce nombre de abbà: padre. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén. Jesús, José y María os doy mi corazón y el alma mía. Jesús, José y María asistidme en mi última agonía. Jesús, José y María con Vos descanse en paz el alma mía. Padrenuestro, Avemaría y Gloria ANTÍFONA Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José. San José, ruega por nosotros. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. [Petición de oración] NOVENO DIA --La muerte de San José San José entra en silencio en la narración evangélica y sale de puntillas. Sabemos sólo que durante los años que vivió con Jesús y María en Nazaret trabajó como "carpintero" (Mt 13,55), pero de su muerte, cuándo y cómo ocurrió no sabemos anda.José es presentado en el Evangelio como justo (Mt 1,19) y el significado que hay que dar a esta palabra no es solo "perfecto delante de la ley" sino sobretodo "el que ha conseguido una perfección moral". La expresión "justo" encuentra su colocación en las bienaventuranzas: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados" (Mt 5,6), y aquí la justicia indica los bienes espirituales que Dios da al hombre con la salvación. El esposo de María "en su hambre y sed de justicia" estuvo abundantemente saciado porque extrajo, a manos llenas, de la fuente de la gracia: Dios Omnipotente.Cuando estaba en casa o trabajaba o estaba en compañía de su hijo putativo, a José le bastaba alzar la mirada para ver a Dios Hijo y adorarlo unido a Dios Padre y a Dios Espíritu Santo.Con la Santísima Trinidad hubo una unión ininterrumpida, una estrecha relación y un coloquio personal. Ríos de luz y de gracia inundaron y enriquecieron el alma de San José.Aquel que es "justo" durante la vida se presentará a Dios rico en "justicia" en el momento de la muerte y Dios lo acogerá en sus brazos con infinito amor. San José, durante el paso de la vida a la muerte fue asistido por Jesús, que oraba con el padre putativo y le sugería las palabras que José repetía cada vez más débil físicamente, pero con mayor fe, esperanza y amor.María estaba unida en este coro de oraciones y ante su mente discurrían los años pasados junto a su casto esposo en la oración, en el ocultamiento, en el sacrificio, en la meditación de la Palabra de Dios y en el amor a Dios y al prójimo.San José estaba sereno, confiado porque sus manos estrechaban las manos del Hijo de Dios, su hijo putativo y las de la Madre de Dios, su purísima esposa.El humilde San José se durmió en el beso de Dios Hijo y se despertó en el abrazo de la Santísima Trinidad. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén. Jesús, José y María os doy mi corazón y el alma mía. Jesús, José y María asistidme en mi última agonía. Jesús, José y María con Vos descanse en paz el alma mía. Padrenuestro, Avemaría y Gloria ANTÍFONA Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José. San José, ruega por nosotros. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. [Petición de oración] ORACIÓN FINAL Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. |
Las Quince Promesas de la Virgen María a los que recen el Rosario ![]() (Concedido a Santo Domingo y al Beato Alano)
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IMITACION DE CRISTO, TOMAS A KEMPIS ![]() LIBR LIBRO PRIMERO Avisos provechosos para la vida espiritual CAPITULO PRIMERO DE LA IMTACION DE CRISTO Y DESPRECIO DE TODAS LAS VANIDADES DEL MUNDO Quien me sigue no anda en tinieblas (Jn., 8, 12), dice el Señor.Estas palabras son de Cristo, con las cuales nos amonesta que imitemos su vida y costumbres, si queremos verdaderamente ser alumbrados y libres de toda la ceguedad del corazón. Sea, pues, nuestro estudio pensar en la vida de Jesucristo. La doctrina de Cristo excede a la de todos los Santos, y el que tuviese espíritu hallará en ella maná escondido.
LIBRO : PRIMERO 1. Mas acaece que muchos, aunque a, menudo oigan el Evangelio, gustan poco de él, porque no tienen el espíritu de Cristo. El que quiera entender plenamente y saborear las palabras de Cristo, conviene que procure conformar con Él toda su vida.2. ¿Qué te aprovecha disputar altas cosas de la Trinidad, si careces de humildad, por donde desagradas a la Trinidad? Por cierto, las palabras subidas no hacen santo ni justo; mas la virtuosa vida hace al hombre amable a Dios. Más deseo sentir la contrición que saber definirla. Si supieses toda. 1a Biblia. a la letra y los dichos de todos los filósofos, ¿qué te aprovecharía todo sin caridad y gracia de Dios Vanidad de vanidades y todo vanidad (Eccl., l, 2), sino amar y servir solamente a Dios. Suma sabiduría es, por el desprecio del mundo, ir a los reinos celestiales. 3. Vanidad es, pues, buscar riquezas perecederas y esperar en ellas. También es vanidad desear honras y ensalzarse vanamente. Vanidad es seguir el apetito de la carne y desear aquello por donde después te sea necesario ser castigado gravemente. Vanidad es desear larga vida y no cuida,: que sea buena. Vanidad es mirar solamente a esta presente vida y no prever lo venidero. Vanidad es amar lo que tan presto se paso: y no buscar con solicitud el gozo perdurable4. Acuérdate frecuentemente de aquel dicho de la Escritura: No se harta la vista de ver ni el oído de oír (Eccl., 1, 8). Procura, pues, desviar tu corazón de lo visible y traspasarlo a lo invisible, porque los que siguen su sensualidad manchan su conciencia, y pierden la gracia de Dios. F I NSea Bendita La Santa Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen MaríaCristiano Católico 24-12-2012Gloria a Cristo Jesús: Hoy mañana y siempre por los siglos de los siglos. Amen __________________ EL LIBRO: IMITACION DE CRISTO, TOMAS A KEMPIS IMITACION DE CRISTO TOMAS A KEMPIS Libro primero: Avisos provechosos para la vida espiritual. ------------ EL LIBRO: IMITACION DE CRISTO, TOMAS A KEMPIS |
![]() Santa María, llena de la Presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre, el maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones. Ya, junto a tu Hijo, intercediste por nuestras dificultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas. Y, al quedarte para siempre como Madre nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, la que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que recibas en tus manos (pide aquí tu petición), y que nos libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga el que es nuestro enemigo. Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal. Señora nuestra, desata los nudos que nos impiden nos unamos a Dios, para que, libres de toda confusión y error, lo hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros corazones y podamos servirle siempre en nuestros hermanos. Amén. |
Siete Dolores de La VirgenEJERCICIO PIADOSO AL CORAZÓN DOLOROSO DE LA MADRE DE DIOS Por la señal de la Santa Cruz,+ De nuestros enemigos,+ Líbranos, Señor + Primer Dolor- La aflicción que causó a su tierno corazón, la profecía del anciano Simeón.- Cuando le dijo: "una espada traspasará tu alma". (Avemaría) Segundo Dolor- La angustis que padeció su sensibilísimo corazón, en la huida y permanencia en Egipto.- Porque Herodes quería matar al Niño. (Avemaría) Tercer Dolor- Las congojas que experimentó su solícito corazón, en la pérdida de su Hijo Jesús. (Avemaría) Cuarto Dolor- La consternación que sintió su maternal corazón, al encontrar a su Hijo Jesús llevando la cruz a cuestas. (Avemaría) Quinto Dolor- El martirio de su generoso corazón, asistiendo a su Hijo Jesús en la agonía. (Avemaría) Sexto Dolor- La herida que sufrió su piadoso Corazón, en la lanzada que abrió el costado de su Hijo Jesús. (Avemaría) Séptimo Dolor- El desconsuelo y desamparo que padeció su amantísimo corazón, en la sepultura de su Hijo Jesús. (Avemaría) Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima, para que seamos dignos de las promesas de Cristo. Siete gracias, que la Santísima Virgen concede a las almas que le honran diariamente, meditando sus dolores, con el rezo de siete Avemarías. (Santa Brígida) 1. Pondré paz en sus familias. 2. Serán iluminadas en los Divinos Misterios. 3. Las consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos. 4. Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas. 5. Las defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de la vida. 6. Las asistiré visiblemente: en el momento de su muerte, verán el rostro de su Madre. 7. He conseguido de mi Divino Hijo: que, cuantos propaguen esta devoción, sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna- directamente, pues serán borrados todos sus pecados-, y mi Hijo y Yo seremos su eterna consolación y alegría. Los Siete Dolores Virgen María Los Siete Dolores de la Santísima VirgenLa imagen de la Virgen Dolorosa -Virgen de la Soledad- y la imagen de María con su Hijo muerto en su regazo -la Piedad-, puede decirse que no faltan en ninguna iglesia, que es la advocación preferida de todas las madres, que han dado a luz a sus hijos con dolor y han tenido que sufrir tanto por ellos, por diversos motivos y con tanta frecuencia. ¡Qué maravilla de Dolorosas en las procesiones de la Semana Santa Española! Decía un buen observador que la Pietá de Miguel Angel no le había impresionado hasta que vio a una mujer con los huesos y la mochila de su hijo en su regazo, siete meses después de perdido en la montaña. El ángel había dicho a María que era bendita entre todas las mujeres, y apenas nacido Jesús, ya la llamaba Simeón la Madre de los Dolores, ya le anunciaba que una espada le atravesaría el corazón. Uno de los castigos del pecado original era que la mujer alumbraría a sus hijos con dolor, y ahora Simeón le decía que ella, que estaba libre del pecado original no se libraría de alumbrarnos con dolor, unida a la cruz de Jesús. Si El había de ser Varón de Dolores, Ella sería la Madre de los Dolores. Una Madona sin sufrimientos, junto a un Cristo sufriente, dice Fulton Sheen, sería una Madona sin amor. Cristo nos amó tanto que quiso morir para expiar nuestra culpa y quiso que su Madre sufriera con El. "Fue cruel Simeón con aquella jovencita madre. ¿Por qué anticipar el dolor? ¿Por qué no dejarla disfrutar del gozo del nacimiento? ¿Por qué esta crueldad innecesaria? ¿Por qué multiplicarle la tristeza anticipándola?" (Martín Descalzo). Desde que María oyó a Simeón, ya nunca levantaría las manitas del Niño sin ver en ellas una sombra de los clavos. Simeón retiró la vaina que ocultaba el futuro e hizo que la acerada hoja del dolor brillara ante los ojos de María. Cada pulsación que advirtiera en las diminutas muñecas de su hijito, sería para ella como el eco de una martillazo inminente. No bien botada al mar del mundo aquella joven vida, cuando ya Simeón, viejo marinero, hablaba de naufragios. Fue muy larga la herida de la espada. La alegría del nacimiento, los pastores, los Magos, pasaron pronto, y llegó la amargura del destierro. Tras los gozos de la niñez, vinieron las palabras misteriosas de Jesús en el templo. Junto a la amable vida de familia, está la llamada "noche de Nazareth", noche que duró muchos años. Jesús sigue en el taller. María espera en la oscuridad de la fe. Por fin sale a predicar. Le siguen las turbas, realiza milagros. Pero quieren despeñarle en Nazareth -iglesita de Nuestra Señora del Temblor- y los sabios y sumos sacerdotes le desprecian. Y llega la Pasión. María no aparece el Domingo de Ramos, pero no falta a la cita en la Calle de la Amargura. Y menos podía faltar en el calvario, junto a la Cruz de Jesús. Ahí está la Madre de los Dolores sufriendo con su Hijo. Ahora repite el Fiat que un día pronunció. Entonces le costó poco, ahora le cuesta mucho. Lo repite con un profundo dolor. "Mirad si hay dolor semejante a mi dolor". Pero lo repite con firmeza, de pie. Es la Reina de los mártires, la gran sacerdotisa de la humanidad. Ofrece al Hijo y se ofrece ella misma. Jesús es colocado en los brazos de su Madre. María se acordaría de Belén. Pero todo había cambiado. Ahora está muerto y desfigurado. Cuando Jesús fue sepultado, la soledad de la Virgen fue todavía mayor. "Otra vez como en Belén tu falda cuna le hacía y sobre El tu amor volvía a la angustias primeras... Señora, si tú quisieras contigo le lloraría" (Pemán). |